En su reunión de hoy, la autoridad monetaria de los Estados Unidos (Fed) decidió aumentar su tasa de referencia en 25 puntos básicos, llevándola de 0,75% a 1%. Dicha decisión se daba prácticamente por descontada ya que la entidad, a través de su esquema de “Forward Guidance” (información anticipada al mercado acerca de las políticas a seguir por la entidad) venía anticipando una primera suba de tasas durante el corriente año. A este respecto, a principios de mes fue informada la inflación de febrero con un valor del 1,8%. Por su parte, el viernes, los datos del mercado laboral fueron concluyentes respecto a la fortaleza del mercado laboral: 235 mil nuevos puestos de trabajo (versus un promedio del último trimestre de 200 mil), incremento de salarios interanual del 2,8% y tasa de desocupación del 4,7%. Con estos datos sobre la mesa, y de acuerdo a lo informado reiteradas veces por la entidad y sus autoridades, el mercado no fue “sorprendido” por la decisión. Más aún, en su Comunicado de Prensa, la Fed explicó en detalle cuál era su visión actual de la economía y cuáles serían las pautas que seguiría en el mediano plazo.
Respecto a la macro, sus principales observaciones han sido:
El mercado laboral continúa fortaleciéndose y la actividad económica permanece en una moderada expansión
EL gasto en consumo también se expande, mientras que la inversión en activos fijos comienza a recuperarse
La inflación se ha incrementado en los últimos meses, aproximándose al objetivo de un máximo del 2% anual. Las expectativas de precios para el futuro cercano se hallan razonablemente “contenidas”
En relación a las pautas, su “Forward Guidance” indicaba:
La política monetaria se enfocará a cumplir el mandato dual de la entidad: máximo empleo con estabilidad de precios
Se espera que, con “graduales ajustes” de la posición monetaria (léase tasas), la actividad económica continuará expandiéndose a una tasa razonable, el mercado laboral permanecerá sólido y la inflación se estabilizará alrededor del 2% anual
Se estima que las condiciones económicas se desarrollarán de manera tal que garanticen futuros y graduales aumentos de la tasa de interés, la cual probablemente permanecerá por algún tiempo por debajo de la tasa del 3% considerada como “neutral” en el largo plazo (aquella que no impulsa ni enfría la economía)
Dichos incrementos serán graduales y siempre en función de la evolución de las variables macroeconómicas, en especial las relacionadas a empleo y precios
¿Qué puede esperarse a partir de ahora? En función de lo afirmado por la Fed, en nuestro escenario base estimamos que -a lo largo de este año- habrá dos o tres subas adicionales; esperándose un nivel de 1,50%/1,75% para diciembre. La tasa neutral del 3,0% recién se alcanzaría a lo largo de 2019.
Una última reflexión. Anterior a la vigencia de la “Forward Guidance”, implementada por Ben Bernanke y continuada por la actual Presidenta de la Fed, la entidad procedía en forma opuesta; esto es, no dando indicios de su futuro accionar. Esta práctica llevó a que -muchas veces- el mercado sufriera “sorpresas” que, indefectiblemente, provocaban desequilibrios en el sistema financiero doméstico e internacional, con todas las consecuencias negativas que ello implicaba. Afortunadamente, el nuevo esquema de “información de guía” ha resultado exitoso: se han evitado las “sorpresas” y, por ende, bruscos y negativos movimientos de los mercados. Esto es lo que ha sucedido hoy: a pesar de la suba, la bolsa de EE UU subió casi un 1% y la tasa de 10 años bajó de 2,20% a 2,51%. Buen trabajo de Yellen.